Y nos apodan «Chavorrucos»

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Si naciste entre por ahí de los años de 1978, 1980, 1983, 1986…entonces ya perteneces a esta memoriosa categoría, que no se si los millennials o qué ser nos ha apodado así por el simple y hermoso hecho de no querer envejecer «maduros» de traje, corbata o vestido, según sea el caso, y queremos seguir siendo los chavos felices y con tenis.

El viaje a la adultez nos pesa o bueno si nos alegra pero siempre y cuando no te digan «Señor o «Señora» ¡gancho directito al orgullo!. El viaje de la vida lo vemos como un reto, lo meditamos, lo disfrutamos, lo trabajamos. Nos dolerán las rodillas cuando llueve o los tobillos al correr o las entradas de la frente son más visibles, pero eso, es solo el exterior porque por dentro somos los chavos de las «netas», que las cosas están «chidas», somos los «buena onda» y «en FA hacemos las cosas», pero sobre todo, somos los únicos que podremos decirle a nuestros nietos que conocimos el mundo sin conversaciones por celular y con conversaciones por celular, osea que orgullosamente somos la generación del antes cuando los gritos de mamá se escuchaban en la calle diciendo «Pedroooo ya meteteeee»  y era el llamado para que todos corriéramos a casa y el ahora cuando los llamados por hangouts o whatsapp son la localización rápida.

En fin, que chido ser chavorruco…y lo digo yo que a mis treinta y tantos siento que son los segundos veintes, un segundo aire para disfrutar la eterna juventud.

«La clave es ser jóvenes hasta morir de viejos»

Sirexana

 

Negativos de nostalgia

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Un maestro

que te enseña su historia

plasmada en fotografías,

también te enseña que en la vida

son solo momentos,

momentos que hay que disfrutar.

Te enseña que hay amigos inolvidables,

que hay eventos sin retorno,

que se puede llegar

hasta la punta de cualquier volcán

trabajando en equipo.

Pero sobre todo,

te enseña que la juventud

como dicen acertadamente los abuelos

es un tesoro

que se disfruta con nostalgia

ya que has llegado a la vejez.

Sirexana

Reflexión, Motivo: La Felicidad

Reflexión

Motivo: La Felicidad

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Será que cuando el alma duele es cuando llega un YO que cuestiona y hace la pregunta incomoda de ¿eres feliz?, y de pronto ahí esta esa sacudida, ¡pum!.. viene la siguiente pregunta ¿realmente lo eres?…vaya que esas preguntas muchos nos las hemos hecho, y quizá la felicidad se encuentre alrededor de una persona, de una cosa o de un momento pero creo que en realidad se encuentra en las decisiones que tomamos en cada uno de nuestros días, averiguar qué es lo que nos gusta hacer y llevarlo hacia esa dirección, «cuestión de elección y no de necesidad». Uno puede fingir muchas cosas pero lo que no se puede fingir es eso precisamente, esa sonrisa reflejo de alegría, esa mirada reflejo de emoción y la garantía de que esta dentro de nosotros y no a lado de nadie, entonces, pues, seamos instante, seamos esencia, seamos felices…

Sirexana

Recuerdos

recuerdos

 

 

Se batió en duelo con su «yo pasado» y al instante se convirtió en él…

Y es así como días de gloria, días de soledad, días de alegrías se reflejan en nuestros ojos. Si volteáramos un poco atrás la melancolía siempre sale a relucir, claro, pues cómo no añorar las cosas que tuvimos, las personas que amamos, los lugares en donde estuvimos y los momentos que  dedicamos a alguien o a algo. Dicen que no hay que mirar atrás pero siempre ver hacia adelante para superarte diariamente, pero, ¿cómo superarte si no volteas un poco para recordar lo que has perdido o dejado y así poder estar en donde estas ahora y lograr incluso más?

Eh aquí el sin fin de historias y argumentos sin terminar, en donde el recuerdo nos hace viajar a través de las épocas, en donde si fueron bonitas historias el contarlas hace que volvamos a vivirlas, y volar, volar con ellas deseando que regresen nuevamente…pero toma nota de esto, lo que si es claro es no convertir nuestro pasado en nuestro futuro, porque jamás podremos salir victoriosos…

Sirexana

La anciana y el libro

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Le dijeron que, si iba a cierta caverna de una montaña de los Andes, encontraría a una anciana curandera que podría decirle, consultando un libro, el día exacto de su muerte. Después de mucho cavilar, decidió ir a visitarla. La vieja extrajo una pequeña libreta del interior de un cráneo adornado con pedazos de espejo y le comunicó la fatal fecha: sólo le quedaban dos años de vida. El visitante lanzó un gemido de angustia. Luego sonrió, incrédulo.

-Viejita, es imposible que tengas anotada en esa ínfima libreta la fecha de la muerte de los millones de seres humanos que pueblan la tierra.

-Hijo mío, en verdad aquí tengo escrito sólo el nombre de los pocos que han de atreverse a venir a consultarme.

 

Sirexana

Sueños y deseos

 

Hoy les quiero compartir un post de Alejandro Jodorowsky que me gustó mucho…¿Sueños o deseos?

 

El punto de partida de sueño y deseo es el mismo: nuestra mente.

-La vida del sueño queda ahí, en la mente. El sueño, por definición, está desligado de la realidad, carece de un fundamento que lo haga realizable. Por ese motivo, el sueño nos produce placer simplemente con volar libre por nuestra imaginación. El sueño no implica acción ni compromiso personal.

Pero un sueño se puede tornar en deseo.

-El diccionario define deseo como “movimiento de la voluntad hacia el conocimiento, la posesión o el disfrute de algo”. Por lo tanto el deseo implica acción y felicidad. El deseo es cambio.

La intención es parte de la voluntad que define al deseo, pero con rumbo concreto.

Aunque inicialmente hayamos enmarcado el deseo en una esfera concreta (por ejemplo, la laboral), los cambios, como la vida, son en red. El hecho de examinar las esferas de nuestra vida en la que puede influir nuestro deseo, nos mantiene ligado a nuestra realidad presente.

Y recuerda… los deseos siempre, siempre se cumplen.

Son fragmentos de “Cuidado con los deseos. Se pueden cumplir”, de José Martín Gris.

Sirexana

La medida

Después de un buen tiempo de no escribir en este pequeño espacio, ahora regreso, no por que sea una fecha especial o un motivo en particular, simplemente porque quiero compartirles una pequeña historia…

 

 

En el reino de Cheng un hombre decidió comprar un par de zapatos nuevos. Se midió el pie, pero olvidó la medida en casa y se fue al mercado sin ella. Allá encontró al zapatero. “¡Oh!, me olvidé de traer la medida”, dijo, y presuroso regresó a su casa. Cuando volvió al mercado, la feria se había terminado y no pudo comprar los zapatos. “¿Por qué no se los probó?”, le preguntó uno de sus vecinos. “Me fío más de la regla”, respondió.

No pierdas las oportunidades por racionalizarlo todo…tal vez no vuenvan a suceder, quizá si pero de una forma diferente que probablemente no sean las que estabas esperando…Actúa por el placer de actuar y no por lo que ésta acción puede hacerte ganar.

 

 Sirexana

Los Masajes…el juego de la estimulación

En ésta ocasión les platicaré un poco de los masajes y vaya ¿a quien no le gusta un rico y delicioso masaje para quitar un poco la tención?

El término masaje no remite al concepto de amasar, friccionar y manipular. Desde un punto de vista terapéutico lo podemos definir como la manipulación de varias maniobras aplicadas sobre el cuerpo total o parcialmente. El objetivo es incidir sobre el tejido blando, reforzándolo y equilibrándolo.

Nuestros músculos acumulan desechos que causan dolor, rigidez e incluso espasmos musculares al encontrarse tensos o realizar demasiado esfuerzo físico. Al incrementar la circulación hacia y desde los músculos, el masaje acelera la eliminación de estas sustancias tóxicas y dañinas.

Los orígenes de los masajes:

En Egipto se realizaban prácticas de masaje en heridos de guerra y con fines estéticos en la corte de los faraones. En China estas técnicas eran conocidas desde épocas antiguas y existen referencias en el tratamiento de parálisis y escalofríos. En la India el “Ayurveda” habla de masaje en los términos de palpación, fricción y frotamiento, y se refiere a ellos como medida higiénica y de tratamiento.

En Grecia los primeros masajistas son conocidos como “Aliptes” y su responsabilidad era preparar a los atletas en los juegos olímpicos. En Roma su práctica apuntaba a la prevención y la higiene, con técnicas de aromaterapia y el tratamiento para restablecer y preparar a los gladiadores.

Como verás la práctica de los masajes es muy antigua pero interesante y si quieres darte o dar un masajito relajante, aquí te dejo unas recetas para hacer un aceitito fácil de preparar:

 

Si quieres un aceitito relajante:

 Mezcla 4 gotas de esencia de lavanda

4 de pachuli,

2 de rosa y

20 ml de aceite de almendra.

 

 Si quieres un aceitito revitalizante:

 Mezcla 3 gotas de aceite de esencia de bergamota

3 de romero,

3 de Pomelo y

20 ml de aceite neutro como el de aguacate.

 

Listo! Disfruta de estos aromas y relájate de todo el estrés que conlleva la vida diaria,  recuerda que lo más importante es tu salud.

Sirexana

Citando a John Lennon

“Nos hicieron creer que el “gran amor”,
sólo sucede una vez,
generalmente antes de los 30 años.

No nos contaron que el amor
no es accionado,
ni llega en un momento determinado.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros
es la mitad de una naranja,
y que la vida sólo tiene sentido
cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros,

que nadie en nuestra vida merece
cargar en las espaldas
la responsabilidad de completar
lo que nos falta.
Las personas crecen
a través de la gente.
Si estamos en buena compañía
es más agradable.

Nos hicieron creer en una fórmula
llamada “dos en uno”:
dos personas pensando igual, actuando igual…
que era eso lo que funcionaba!

No nos contaron que eso tiene un nombre:
anulación.

Que sólo siendo individuos
con personalidad propia
podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio
y que los deseos fuera de término,
deben ser reprimidos.

Nos hicieron creer que los lindos y flacos
son más amados.

Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula
para ser feliz, la misma para todos,
y los que escapan de ella
están condenados a la marginalidad.

No nos contaron que estas fórmulas
son equivocadas,
frustran a las personas, son alienantes,
y que podemos intentar otras alternativas.

Ah, tampoco nos dijeron que nadie
nos iba a decir todo esto:
cada uno lo va a tener que descubrir solito.

Y entonces,
cuando estés “enamorado de ti mismo”
podrás ser feliz
y te enamorarás de Alguien.

Vivimos en un mundo
donde nos escondemos para hacer el amor
aunque la violencia se practica a plena luz del día.”

John Lennon

Sirexana

Moviendo las Montañas…

 

En esta ocasión les  contaré un cuento que en lo personal me gustó mucho y que habla de lo que las personas podemos hacer cuando tenemos fuerza de voluntad para hacerlo, o aún mejor, cuando el motivo es mayor para lograrlo…

 

Había dos tribus guerreras en los Andes, una que vivía en el valle y otra en lo mas alto de las montañas. Un día los habitantes de las montañas invadieron las tierras del valle y, como parte del saqueo, raptaron a un bebe de una de las familias del valle.

Los habitantes del valle no sabían como subir a la cima de la montaña. No conocían los senderos que utilizan los habitantes de ese lugar, ni sabían donde encontrarlos o como perseguirlos en el escarpado terreno.

Aun así enviaron a sus mejores guerreros a escalar la montaña y traer al bebe de regreso.

Los hombres ensayaron un método de escalar y luego otro. Probaron una trocha y luego otra. Sin embargo, después de varios días de esfuerzos solo habían conseguido avanzar unos pocos metros.

Desesperanzados e impotentes, los hombres del valle decidieron que su causa estaba perdida y se prepararon para regresar a su aldea.

Mientras empacaban su equipos para descender, vieron a la madre del bebe que bajaba de la montaña y llevaba a su bebe a la espalda. ¿Como era posible?.

Uno de los hombres saludó y le dijo: “Como pudiste escalar esta montaña si nosotros, los hombres mas fuertes y capaces de la aldea no lo conseguimos?”

Se encogió de hombros y respondió: “Es que el bebe no era tuyo”…

 

Jim Stovall, “Sopa de Pollo para el Alma de la Madre”

Sirexana